En el Año Internacional del Vidrio, el OCTÓGONO DE AGÓ convoca a una muestra colectiva de MANDALAS VÍTREOS. Las obras serán donadas a distintas instituciones, acercándoles así estos “contenedores de esencia” como a la artista Agó Páez Vilaró le gusta definirlos
¿Cómo participar? Crea un MANDALA (23x23cm hasta 30x30cm) donde el material principal sea VIDRIO con anclaje incorporado para ser colgado. Puedes enriquecer tu propuesta adjuntando registro visual de tu proceso creativo y técnicas para ser reproducido durante la muestra y en actos de donación.
Inscripción: Envía una foto de tu Mandala hasta el 31 de diciembre del 2022 a [email protected] www.agopaezvilaro.com
Recepción obra: Hasta el 31/12/2022 se recibirán, debidamente embalados, en el OCTÓGONO DE AGÓ (3XW6+5VW, 20003 Punta Ballena, Departamento de Maldonado, Uruguay)
Exposición 15 de enero 2023
Para consultas escribir al Instagram de brixia.vitreus
A demás de Agó Paez Vilaró, están a cargo de esta CONVOCATORIA las artistas Cecilia Nuñez, María Bacho Vaz, Carina Beltrame y Flavia Contino.
Flavia Contino: “Somos un grupo de artistas de ambas orillas, Cecilia Nuñez, Maria Bacho Vaz, Carina Beltrame y Flavia Contino que junto a Agó Paez Vilaró, aunamos esfuerzos para organizar en Uruguay, esta Convocatoria Abierta de Mandalas Vítreos en el marco del YGOG2022, que más allá de lo creativo tiene como ulterior finalidad crear lazos culturales con la comunidad.
Luego de tanta virtualidad pandémica, logramos reunirnos en el Octógono de Agó, para ajustar detalles de la Convocatoria, y fue una bocanada de aire puro en más de un sentido. El espíritu de la Permacultura se respira en cada rincón, ya sea desde la elección arquitectónica de construcción en ADOBE, como en las actividades que el lugar propone de una vida más integrada con la Naturaleza.
Ese Octógono dialoga con construcciones campestres que se alzaban a priori y el vidrio también es una constante que habita ese espacio articulado, ya sea incorporado en el proceso constructivo o reubicando vidrio recuperado de vitrales con historia, como el que ahora deja pasar luz nueva en el taller de Agó.
El Tiempo, mientras compartíamos un conversado y aromático té herbal cosechado in situ, sentadas bajo el lucernario que corona el ¨techo de quincho¨ como lo llaman aquí en Uruguay, pareció disminuir su ritmo. Su cadencia lenta parecía suspendida en complicidad con ese juego de luces que creaban los multicolores óculos dispersos en secuencia octogonal por sus ocho muros de barro, filtrando permeables la luz del atardecer esteño.
Esa sensación no disminuyó cuando todas juntas nos trasladamos a la cercana Casapueblo, aterrazada sobre la ladera opuesta del lomo de la Ballena. En un tácito silencio grupal, acompasado sólo por las poéticas palabras registradas del papá de Agó, Carlos Páez Vilaró, contemplamos ese sol, SU SOL, en otro diario adiós. El final perfecto para nuestro encuentro, un momento íntimo compartido de magia cósmica quasi tangible, que hasta pareció escucharse el instante en que el astro tocó ese horizonte marítimo.”
OCTÓGONO
El “Octógono de Agó” nació cerca del año 2010 con una idea de construcción en barro, que mi padre me había inculcado, pero nunca pudo llegar a concretar en su vida. Mi sueño era crear un lugar para el arte, donde la sanación tuviera lugar, y las personas pudieran venir a compartir, a aprender y a meditar.
Es un lugar privilegiado de la naturaleza rodeado de bosque, mar y piedras.
Comencé a investigar y conocí personas maravillosas que ya trabajaban en la construcción. Gustavo Barberini y su grupo de artistas, me ayudaron a crear lo que hoy es el Octógono de Agó. Jorge Belanko, uno de los mayores constructores y maestros del barro, que vive en El Bolsón, nos enseñó a profundizar en esta técnica y de esta forma la aprendimos. Mis amigos y mi familia, me ayudaron y pudimos levantar sus paredes con los mismos elementos naturales del terreno en que se ubica esta maravillosa construcción.