"El vidrio es mi vida, dos veces intenté dejarlo, es muy sacrificado el oficio, pero no pude, es mi vida."
El Maestro soplador Mario Medina, comenzó con el oficio a sus 12 años y a los 18 ya era oficial especializado. Ya lleva más de 45 años dedicados al vidrio.
Sus primeras experiencias fueron en una fábrica chica, en Avellaneda. Ahí se formó con 4 oficiales de la ex fábrica Papini.
Desde hace 22 años está en la Cooperativa El Progreso ( la única fábrica de artículos de gastronomía soplados a mano que queda en el país).
Uno de sus trabajos más importantes, fue la realización de las piezas de reposición del Teatro Colón y el Senado de la Nación Argentina (creando esferas de 50 cm con un peso de 15kg). En estos trabajos, el tallador Osvaldo Pontecorvo hizo la talla de cada pieza.