El sábado 30 de julio, en el marco del IYOG, la artista Silvia Holzkan visitó el Museo del Vidrio en Jarilla, San Luis, Argentina.
Jarilla es un paraje vinculado desde su nacimiento al vidrio, ya que desde principios del siglo XIX funcionó allí una fábrica de vidrio que aprovechó la riqueza de sílice de sus arenas. En el predio donde aún se yergue la antigua chimenea, se levanta hoy este museo, orgullo de sus habitantes que exhibe trabajos en vidrio y ofrece talleres de capacitación a los vecinos.
Acompañada por la responsable del Centro Cultural Puente Blanco de San Luis, Luján Espinosa, y otros artistas, Silvia Holzkan impartió una breve charla sobre su historia con el vidrio y la síntesis de técnicas que recorren sus obras. Recorrió la cantera y se adentró en la vida cotidiana de los jarillenses.
Silvia Holzkan: “San Luis me recibe con un abrazo en el que se mezclan sus impecables carreteras, su clima ideal, la limpieza de sus ciudades… y Jarilla: un poblado de menos de cincuenta habitantes con una historia ligada al vidrio.
En este paraje, cuyo nombre evoca una hierba de bello perfume e inexploradas propiedades curativas, funcionó, desde principios del siglo XIX, una manufactura de alimentos en conserva que necesitó envasar sus productos y, aprovechando la riqueza de sílice en los arenales, montó una fábrica de vidrio que dio trabajo a casi toda la población.
Allí donde la calidez de los hornos parece haberse convertido en parte esencial de las personas, en el seno de aquella fábrica que conserva su chimenea y que desde 2018 es el Museo del Vidrio de Jarilla, donde también hay talleres con salida laboral, pude compartir en una visita, mi experiencia con el vidrio, las diferentes técnicas, los materiales…
En compañía de Carolina Marcela Olguín y las guías del Museo, recorrimos Jarilla, visitamos la antigua cantera, conversamos con tres generaciones de jarillenses sobre su vida cotidiana, tan diferente de la nuestra en la ciudad, con un colectivo que pasa cada tres días, una escuela con tres alumnos en primaria y siete en secundaria.
Mientras charlábamos, preparaban un “queso de pata de vaca” y un artista del cuero me mostraba cómo se trenza un bozal.
La calidez y la alegría del encuentro estarán siempre en mí.”
Texto de Adriana Fuentes dedicado a Silvia Holzkan
Amor de vidrio….
….”Él está en todas partes y no nos damos cuenta de su arte! Nos acompaña en nuestra comida a través de la mesa o una copa de vino. En una botella, frasco
de mermelada y en cualquier ventana por la que te asomas todas las mañanas! En la fibra óptica, panel solar, tubo de ensayo y mucho más. Te acercas a el con la suavidad requerida y depende del contacto adquiere una forma sublime para luego del calor necesario salga a la luz las obras maestras para ser expuestas ante los espectadores que con ansias esperan la mejor versión del vidrio tratado con Amor. Se puede reciclar hasta que el ojo del artista vea en lo realizado su mejor tratado!
Así expresó Silvia querida su gran conexión con el vidrio que desde hace muchos años venía sintiendo y por ende hoy está luciendo. Desde pequeña en una gran ventana con algunas cortadas jugaba con su paraíso que del otro lado hacía piruetas para mostrarle a su rostro infinitas sorpresas. Desde aquel momento se adueñó de este sueño, lo tomó en sus manos y con mucho amor, empeño y desicion llevó a cabo su gran pasión….. Ella, enérgica, curiosa, simple, hermoso ser….le dio vida a cuanto vidrio veía para integrarlos a su vida y juntos recorrer el mundo contando tan Bonita historia para que quede en todas las memorias!!!