La historia de Sacha Delabre comienza en una granja de manzanas en los Alpes franceses, donde creció. Sin embargo, su destino lo llevaría a explorar territorios completamente diferentes en el mundo del arte.
A los 18 años, Sacha se sumergió en el mundo de la ebanistería y se trasladó al noreste de Inglaterra para trabajar con el renombrado artista británico Antony Gormley, al mismo tiempo que se inscribía en un curso de Fundación de Arte en el Newcastle College. Fue aquí donde Sacha tropezó con el mundo de la cerámica, un encuentro casual que eventualmente lo llevó a estudiar Vidrio y Cerámica en la Universidad de Sunderland.
En medio de su licenciatura, Sacha se enamoró perdidamente del soplado de vidrio. Se sumergió de lleno en dominar esta artesanía, impulsado por un hambre insaciable de aprender y un talento natural para convertir el vidrio caliente en expresiones de sus ideas más salvajes. Inspirado por el vidrio veneciano para crear copas subversivas, Sacha encontró su lugar en el mundo del vidrio.
Después de graduarse, Sacha expandió sus horizontes en The Glass Hub, enseñando a principiantes del vidrio durante un año antes de unirse al equipo de los artistas internacionales Philip Baldwin y Monica Guggisberg. Aquí, se sumergió en el mundo del vidrio caliente y frío, absorbiendo habilidades como las técnicas de superposición suecas y incalmo en el taller de vidrio caliente, junto con una amplia gama de técnicas de corte italiano.
Con cinco años en el mundo del vidrio, el trabajo de Sacha es una mezcla de comedia, poesía, arte callejero y pop. Está en una misión para mezclar el soplado de vidrio tradicional con un toque de modernidad, buscando hacer que reconsideremos el vidrio con una mezcla de fascinación y humor. Sacha Delabre ha pasado de los campos de manzanas a la vanguardia del arte del vidrio, fusionando la tradición con la innovación para crear algo verdaderamente único.
Instagram: @sachadelabre
