Tim Carey estudió dibujo y pintura en la Art Center College of Design en Pasadena, California. El artista ya era un gran pintor al óleo y muralista cuando descubrió las posibilidades de la pintura en vidrio.
En 2003, una visita por The Judson Studios le cambió la vida. The Judson Studios, fundado en 1890, es el taller especializado en vitrales más antiguo de América, al día de hoy la quinta generación de la familia continúa produciendo obra. Lo que comenzó como un trabajo de medio tiempo como pintor de vidrio en The Judson Studios, se convirtió en la gran pasión de Tim.
Plasmar en vidrio la visión de las comunidades es lo que el artista reconoce como uno de los aspectos más gratificantes de la profesión. Un ejemplo de ello es la Ventana de la Resurrección, obra que realizó dentro de The judson Studios para la Iglesia Metodista Unida de la Resurrección en Leawood, Kansas. El diseño y proyecto de la obra de 315 metros cuadrados comenzó en 2014. Tim se contactó con el artista vidriero Narcissus Quagliata para diseñar en conjunto un proceso de fabricación para llevar a cabo la realización. Finalmente, en febrero del 2017 el enorme vitral se encontraba terminado.
La obra de Tim no puede ser clasificada con una única etiqueta, podemos observar obra abstracta y figurativa. Tampoco lo es su pincelada en vidrio, pinceladas abiertas y expresivas en algunos casos, y pinceladas pequeñas en otros. Esto es prueba de la versatilidad y grandeza del artista.
Acerca del trabajo en vidrio el artista dice:
“Para mí, el vidrio es el medio de pintura definitivo para instalaciones tanto en interiores como en exteriores. Debido a su capacidad para transmitir y reflejar la luz y la transparencia, una obra de arte en vidrio siempre está viva. Cambia con la luz del día y se relaciona con el medio ambiente, ya sea un árbol que se agita con el viento o una sombra que se arrastra desde un edificio vecino. A través de una iluminación especializada, el vidrio puede cobrar vida por la noche para invitar a las personas a un espacio.
El vidrio es uno de los materiales de archivo más probados que existen. El color en una obra de arte en vidrio es permanente. No se decolora ni se raya. Puede mojarse, tocarse y resistir impactos con las medidas de seguridad adecuadas. Al mismo tiempo, es un medio noble con una rica historia en las artes, que abarca más de 1000 años desde que se produjeron las primeras vidrieras en Europa. Estas vidrieras aún mantienen su deslumbrante color y su enriquecedor impacto narrativo hasta el día de hoy.”
Fuente: https://timcarey.com/
Instagram: https://www.instagram.com/timcareystudio/