La búsqueda de formas y la pasión por el vidrio han sido los pilares fundamentales que han guiado la carrera artística de Catalina Zucchi, una talentosa artista que ha logrado darle una nueva contemporaneidad a las joyas de cristal de Murano. Desde sus primeros años de estudio hasta la apertura de su estudio en Livorno, Catalina ha demostrado que el vidrio y la técnica de la antorcha son el lienzo perfecto para plasmar su creatividad.
Todo comenzó en el año 2000, cuando el vidrio capturó su interés y se convirtió en su principal medio de expresión artística. Catalina se formó en prestigiosos institutos como Vetroricerca Glas&Modern en Bolzano y la Escuela de Vidrio Abate Zanetti en Murano, donde profundizó en las complejidades de esta antigua técnica. Su talento fue reconocido rápidamente, y en 2004 abrió su propio estudio, Studiozero-vetro, donde da vida a sus creaciones únicas y fascinantes.
La elección de la técnica de la antorcha no fue casualidad. Catalina se sintió atraída por su inmediatez, donde cada gesto y movimiento se traducen en una obra de arte. La precisión y habilidad necesarias para trabajar el vidrio en esta técnica le permiten una amplia gama de improvisación, donde su creatividad fluye sin límites. Sus joyas no buscan ser perfecciones asépticas, sino piezas que reflejan su estado de ánimo, su espontaneidad y su impulso creativo.
En Studiozero-vetro, cada joya es única y especial, aunque puede compartir cierta similitud con otras. Catalina Zucchi no solo trabaja el vidrio, sino que teje emociones, fusiona formas y colores, y cuida cada detalle con la pasión y dedicación que solo los auténticos maestros artesanos poseen. Sus creaciones capturan la esencia misma del vidrio de Murano, rico en historia y tradición, pero dotado de una nueva vida y contemporaneidad gracias a su visión artística.
Lucir una joya de Studiozero-vetro no es solo llevar un objeto, es experimentar toda una vivencia. Cada pieza es el resultado de la magia que surge del encuentro entre el fuego, la materia y el color, una combinación única que solo Catalina Zucchi sabe crear. Sus joyas son más que adornos; son portadoras de emociones, de historias y de la pasión de una artista que ha hecho del vidrio de Murano su medio de expresión más genuino.
Catalina Zucchi sigue explorando, investigando y creando en su laboratorio, llevando consigo el legado de las decoraciones y formas milenarias del vidrio de Murano. Sus joyas son el reflejo de su alma artística, y al portar una de ellas, cada persona tiene el privilegio de llevar consigo una pieza única, el fruto de la búsqueda incansable de la esencia del vidrio y la materialización de emociones en cada delicado detalle.