En el corazón financiero de la ciudad de Río de Janeiro, nos encontramos con la Catedral Metropolitana de Sâo Sebastiâo, que ya forma parte del mapa cultural de la ciudad carioca.
El proyecto arquitectónico, que llama la atención por su particular forma, fue proyectado por el arquitecto Edgar de Oliveira da Fonseca entre 1964 y 1976. El imponente cono de hormigón (la pirámide) tiene 106 metros de diámetro en su base y 96 metros de altura. Con su forma circular y cónica, buscaron simbolizar la equidistancia y la proximidad de las personas en relación a Dios.
El principal atractivo del interior de la Catedral son sus cuatro inmensos vitrocementos de colores que se alzan desde el suelo hacia el techo en donde se encuentran con la imponente cruz, formando una lucerna transparente que deja entrever el cielo.
El mejor momento para visitarlos es durante la tarde, cuando la luz del sol traviesa los maravillosos vidrios de colores y se crea una atmósfera mística.
El proyecto para la realización de los vitrales estuvo a cargo del artista Lorenz Heilmair y le ejecución fue realizada por Arte-Sul.
La fundición y producción del vidrio fue totalmente artesanal, los vidrios “Echt Antik” y “Dall Glass” los fabricó Arte-Sul. Cada vidrio tiene 2 cm de espesor.
Lorenz Johannes Heilmair, hijo de Lorenz Heilmair, participó intensamente de la fundición, que fue dirigida por su madre, de esta forma él se introdujo en el universo de las formulas químicas para colorear vidrio.
Todo el trabajo llevó un total de 8 años entre diseño, fabricación de los vidrios y montaje. El objetivo de Heilmair se logró y su sueño su hizo realidad gracias a su determinación, perseverancia y trabajo.
Los cuatro imponentes vitrales de bellísimas figuras suman un total de 4750 m2 y están colocados de acuerdo a los puntos cardinales. Cada panel mide 64,50 x 17,80 x 9,60 m.
Estos vitrales son una afirmación de fe. Cada uno simboliza la base de la Iglesia : Una, Santa, Católica y Apostólica.
Una: En esta vidriera se ven símbolos que conducen a la idea de la unidad de la fe: la Biblia, los obispos de Mitra, la tiara del Papa y el Cáliz de la Salvación con la hostia consagrada.
Santa: La Iglesia es santa por el Señor Jesucristo. El vidrio de color es la característica de la Iglesia. El color predominante es el rojo, el mismo que simboliza los dones del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad.
Católica: La tercera característica de la Iglesia – católica – se estampa en la ventana de vidrio de color sobre el pórtico de la entrada principal, con un predominio del color azul. La catolicidad de la Iglesia, es decir, su universalidad, se expresa en las diversas razas (blanco, rojo, negro y amarillo) con muestras de vidrios de colores. Por encima, están los símbolos de los cuatro evangelistas (el león, San Marcos, el toro, Lucas, el joven Mateo y el águila, San Juan).
Apostólica: San Pedro aparece con las llaves, abajo, dos personajes que simbolizan los sucesores de Pedro (el Papa) y los demás apóstoles (obispo). La hoja es en forma de M para recordar la participación especial de María, madre de Jesús, el misterio de la redención realizada por su hijo.
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Datos:
Catedral Metropolitana de Sâo Sebastiâo en Río de Janeiro
Año de construcción:1976
Dirección: Av. República do Chile 20031-170
Zona: Santa Teresa, Centro, Gávea, Lapa
tel:+55 (21) 2240-2669
Horario de apertura:7h-19h
Autor: Edgar Fonceca
Estilo: Neoclásico, Contemporaneo
Areas de interés: Arquitectura, Tradición, Vitrales
Servicios: Templo Religioso