Desde hace más de 30 años, el artista y diseñador colombiano Daniel Castillo eligió el vidrio como medio de expresión, formandose en distintos países, con técnicas que van desde vitral, vitrofusión, casting y flameworking.
Este incansable hacedor, logró ubicar su obra en espacios tan diversos como hoteles, iglesias, centros comerciales, oficinas, residencias, edificios públicos y privados de Colombia, Venezuela, Canadá y Estados Unidos. Esto lo ubica entre los pocos artistas en Latinoamérica, en conseguir encargos tan importantes, y ubicar al vidrio en un rol central dentro del arte público.
Daniel Castillo: “Desde hace cerca de treinta y tres años vengo entregado en cuerpo y alma al desarrollo del trabajo con vidrio, en un proceso que inicié con el aprendizaje y la investigación sobre los vitrales, y al cabo de doce años, decidí ampliar el horizonte de ese conocimiento para incursionar en la vitrofusión, técnica que me regaló nuevas perspectivas para el desarrollo de mi trabajo y también me llevó a conquistar nuevos horizontes al viajar a Canadá para “sentir” la evolución y la trascendencia de mi ser y de mi obra.
Luego introduje otras técnicas a mi portafolio, como el flameworking, el casting y el sandblasting, con lo cual considero que se logra unas bases sólidas en el conocimiento de un bello material como es el vidrio, de hecho, creo que su fragilidad y su dureza a la vez, su brillo y su textura acaramelada muchas veces, hace que el amor y la entrega hacia el material aumente cada día mas, y creo que continuaré haciéndolo hasta el último día de vida que Dios me lo permita.
He tenido la fortuna de haber logrado muchas de las metas trazadas en este largo camino, el cual no ha sido fácil, sin embargo, la perseverancia me acompaña y a través de ello, combinado con la pasión, la magia que encierra el material y la fuerza de la misma creación de las obras, considero son la mejor y mayor fuente de inspiración para este largo recorrido.
Mis trabajos de arte público y privado en Canadá, Estados Unidos, Venezuela, y Colombia, son el respaldo de mis palabras, y creo que si me llegara la oportunidad de vivir otra vida pediría que fuera a través del vidrio de nuevo, porque la conexión con mi ser está total y absolutamente fundamentada en la creación de pequeños, medianos y grandes objetos a través del vidrio, la conexión siempre será haciendo lo que yo llamo “Música para los ojos…”, a través del vidrio.
Gracias siempre querida María Eugenia, mis respetos y mi admiración profundos por tu labor y tu entrega desinteresada en pro de generar mas acercamiento del público hacia el vidrio y mas interés de las nuevas generaciones para la evolución del material más transparente y uno de los más especiales, creo yo, en la historia de la humanidad.”