El proceso creativo puede tomar muchas formas, y en el caso del escultor Ismael Cerezo Ramírez, conocido como Flyppy, este proceso se traduce en la fusión magistral del hierro y el vidrio para dar vida a formas y criaturas que desafían nuestra imaginación.
Nacido en Murcia en 1967, Ismael Cerezo Ramírez, alias Flyppy, es un artista autodidacta que ha llevado su pasión por la escultura a un nivel completamente nuevo. En los años 90, comenzó a trabajar con diversos metales y se aventuró en el mundo del vidrio durante dos años de formación con el maestro Pere Ignasi en S’Hostalot, Mallorca. Este período de aprendizaje marcó el inicio de una carrera en la que Flyppy ha combinado maestría en la forja del hierro con la fragilidad y la elegancia del vidrio.
El taller de Flyppy es un lugar donde la magia toma forma. Hierro y vidrio se convierten en obras de arte en sus manos. Lámparas, bichos de todo tipo, desde mariquitas hasta arañas, garzas, peces, toros, búhos, verjas y farolas, son solo una muestra de las creaciones que nacen en este taller donde la dureza del metal y la delicadeza del vidrio se unen en un abrazo creativo.
Desde 1990, Flyppy ha participado en más de un centenar de exposiciones tanto a nivel nacional como internacional. Su trabajo se ha exhibido en ciudades como Murcia, Cartagena, Lorca, Caravaca de la Cruz, Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Jaén y Alicante, así como en Toulouse y Andorra.
El Taller de Flyppy: Donde el Hierro y el Vidrio Cobran Vida
El taller de Flyppy es un lugar donde los materiales y las técnicas se yuxtaponen de manera impresionante. El hierro, con su carácter duro y tosco, se fusiona con la fragilidad y la transparencia del vidrio. El sonido del martillo golpeando el metal se mezcla con el aire caliente del horno. En este espacio, la pasta ardiente se convierte en insectos, y estos se transforman en lámparas-luciérnaga. El hierro abraza al cristal, creando una simbiosis única en cada escultura.
El Centro Regional de Artesanía de Murcia recientemente acogió la exposición ‘Elementos escultolumínicos’ de Flyppy, compuesta por más de cuarenta obras escultóricas que se pueden visitar hasta finales de abril. Este escultor autodidacta ha dejado una marca indeleble en la comunidad artística y artesanal de Murcia.
El Legado Creativo de Flyppy: Esculturas Públicas y Privadas
Flyppy no se limita a crear esculturas impresionantes para exposiciones; también trabaja en encargos públicos y privados. Ha contribuido con obras destacadas en Murcia y más allá, incluyendo el escultor Túnido y el Homenaje al agricultor en Murcia, el conjunto escultórico Manaderos del álamo en Fuente Álamo, el Algarrobo en Totana, las Garzas engarzadas en Cartagena, y los flamencos junto al centro comercial Pinatar Park, entre otras muchas obras públicas.
Su amor por el mundo animal se remonta a su infancia, donde disfrutaba observando y criando animales. Este amor se ha convertido en una fuente constante de inspiración para sus esculturas, que abarcan desde peces hasta medusas, pulpos, caballitos de mar, arañas, mariposas, flores y frutas. La dualidad de los materiales, hierro y vidrio, enriquece cada obra con una fuerza y ??belleza únicas.
El Futuro de Flyppy: Pasión por el Trabajo y la Creatividad
A pesar de los desafíos que la pandemia ha traído a su estudio y taller, Flyppy sigue trabajando con pasión y determinación. Ha continuado recibiendo encargos a través de las redes sociales, lo que le permite mantener su compromiso con el arte y su estilo artesanal único. Además, su amor por el vidrio y el hierro sigue siendo inquebrantable, y su mente creativa nunca deja de buscar nuevas formas de sorprender al mundo con sus obras.
Ismael Cerezo Ramírez, Flyppy, es un artista apasionado que encuentra alegría y satisfacción en su trabajo. Como él mismo dice, “El vidrio siempre es una inquietud, nunca terminas de aprender. Da gusto trabajarlo”. Su dedicación al arte en hierro y vidrio es un recordatorio de que la creatividad no tiene límites y de que, para algunos, el arte es una necesidad existencial que nunca dejará de ser parte de sus vidas. Flyppy es un verdadero tesoro en el mundo de la escultura contemporánea, y su legado perdurará en las mentes y los corazones de quienes tienen la suerte de contemplar sus obras maestras.