¿Cómo se origino el vidrio? ¿Cuales fueron sus primeros usos? ¿Qué técnicas se utilizaban para crear piezas? Estas preguntas y otras preguntas las iremos descubriendo a lo largo del año, de la mano de la experta Pili Arrojo, que nos adentra en profundidad en esta parte de la historia universal.
Este es el segundo capítulo sobre el Origen del Vidrio.
La victoria de Tutmosis III (1.479-1.425 aC) en la batalla de Megido (1.457 aC), fue la puerta de entrada a la industrialización del vidrio en Egipto, la llave para controlar no sólo una importante zona costera y de tierras fértiles, sino los secretos de los maestros vidrieros de Mesopotamia.
Evidencia de objetos con vidrio anteriores a esta época hay muchos. Por ejemplo, en las excavaciones del cementerio de Ur se han encontrado infinidad de cuentas de colores , así como amuletos y vidriados.
Es por ello, que aunque se sabe del trabajo de los artesanos del vidrio en la zona del Éufrates, aún no se han hallado vestigios de centros vidrieros como los que consiguió Sir William Petrie en la ciudad de Akhetaton conocida como Tell el-Amarna. (Petrie 1984).
Cuentas de vidrio de colores y amuletos
Pero regresemos a la conquista de Tutmosis III. Parte del botín de guerra fue depositado en los templos de Amon Ra en Karnak y esta descrito en sus muros como “piedras relucientes y deslumbrantes” (Anita Engle 1964), además de pequeños frascos cosméticos realizados por artífices de la costa de Canaán con arena del rio Belús…el mismo que menciona Plinio el Viejo en su Historia Natural.
Junto con el botín, vinieron esclavos, maestros del vidrio que con sus conocimientos sentaron las bases de la fabricación del vidrio en Egipto. Estos fueron enviados a los templos del faraón para trabajar en los talleres ce producción artesanal.
Las primeras vasijas realizadas durante el reinado de Tutmosis III imitaban a los recipientes de piedras preciosas como el lapis lázuli y las identificaban como “lapis del horno” en el caso del vidrio o “lapis de la montaña” cuando eran de piedra original.
Jarras de vidrio del reinado de Tutmosis III, faraón de la XVIII dinastía de Egipto. Museo Británico de Londres.
Hay infinidad de referencias a una leyenda narrada por Plinio “El Viejo” en su Historia Natural, donde cuenta que los mercaderes de natrón que atracaban en las costas del río Belus (Judea), calentaban sus alimentos sobre las piedras de natrón apoyadas en las arenas del río. La sosa y el sílice se fundían, formando una cubierta vidriada y…”ríos de vidrio que corrían por la arena”, refiriéndose muy posiblemente al silicato de sodio, que es soluble en agua .Figura 4
Plinio “El viejo”
La producción de vidrio florece con los faraones de la XVIII dinastía. Su consolidación ocurre a partir de Amenofis III (1.388-1350 aC) y el máximo esplendor tiene lugar bajo el reinado de Amenofis IV o Akenaton (1.353-1.336 aC) en Tell el-Amarna, “lugar donde se encontraron los mayores hallazgos para la civilización egipcia”. (Petrie 1.894).
Este emplazamiento se sitúa en la rivera este del Nilo entre el bajo y alto Egipto a medio camino entre El Cairo y Luxor. Allí en 1.891 Petrie y su equipo, entre muchas cosas, desentierran “tres o cuatro fábricas de vidrio y dos de esmaltado” (Petrie 1.894). Del análisis de los datos obtenidos concluyeron que los egipcios se preparaban su propio vidrio.
Sin embargo, en 1.980 estudios arqueológicos pusieron en duda estas conclusiones basándose en las interpretaciones de las tablillas cuneiformes Las Cartas de Amarna, en donde el faraón Akenaton solicitaba un lote de vidrio crudo para ser procesado.
No fue sino hasta 1.993 que el profesor Nicholson de la Universidad de Cardiff junto a su grupo decidió estudiar de nuevo el emplazamiento de Amarna con nuevas técnicas y consiguieron un conjunto de hornos muy grandes y totalmente diferentes a los encontrados hasta entonces con una estructura muy peculiar que sugería que estaban cubiertos por domos. A su alrededor también hallaron vestigios de crisoles y materia prima para la fabricación de vidrio. Para demostrar que estos hornos podían alcanzar la temperatura de fusión requerida, construyeron en el lugar uno similar y replicaron el proceso de fabricación con materia prima de la zona consiguiendo lingotes de vidrio azul con idénticas características a los hallados en el naufragio del Uluburun.
Esta embarcación, un pecio mercante, se hundió en las costas de Anatolia (Turquía) sobre el 1.320± 15 y entre su valiosa carga habían 200 lingotes de vidrio azul, verde y rojo junto con cuentas de colores. Conseguir este cargamento ha sido clave para dilucidar como fue el comercio en el Mediterráneo y permitió establecer una comparación de la composición química de las piezas de vidrio de diferente origen y el tipo de materia prima utilizada ( Lankton 2.022).
Hay que tener presente, que durante el período del Bronce tardío (1.600-1.200 aC) el modelo de producción de vidrio se desarrollaba el diferentes locaciones. Habían unos pocos centros donde se procesaba y fundía la materia prima en lingotes que eran almacenados, comercializados y distribuidos a centros de manufactura a lo largo de la cuenca mediterránea y en el Asia menor. Era allí donde se realizaban los diferentes objetos con vidrio con fines decorativos y ornamentales.
Una de las cosas que más llamo la atención de los científicos que realizaron el análisis de los vidrios del Uluburun, fue el grado de uniformidad que tenían. Esto concuerda con el hecho de estar en presencia de una industria que cuidaba sus estándares de producción.
Según Rhren (2016), la fabricación de vidrio para esa época comenzaba con una cuidadosa selección de guijarros de cuarzo (Inmanaku en asirio) que era la fuente de sílice; los fundentes eran cenizas de plantas (Ahussu en asirio) obtenidas en las riveras del Nilo junto al natrón de los lagos de Siria y Egipto. Una mezcla de estos componentes se molía finamente hasta conseguir una harina que era fundida para conseguir un material fritado. La frita se refundía en crisoles de arcilla a 1000 C, incluso varias veces hasta conseguir un vidrio homogéneo. El color, azul o verde, era incorporado en la etapa final de la fusión para conseguir una coloración pareja.
La calidad del material es también indicativo de que el vidrio era considerado mercancía de alto status. Quien por aquella época controlase su producción y mercadeo estaba indudablemente en una posición de poder. El intercambio comercial en la cuenca del Mediterráneo era frenético y una forma de expresar alianzas entre los gobernantes era el intercambio de productos valiosos. El vidrio era un material difícil de trabajar, de compleja elaboración y con colores vibrantes, y esto lo hacía objeto de deseo de quienes tenían poder en aquella época.
Estos presentes en vidrio, como ungüentarios, copas, jarrones, eran realizados con el vidrio crudo de los lingotes empleando distintas técnicas, una de la más empleada era el núcleo de arena que consistía en colocar el extremo de una varilla de metal o vidrio un núcleo de arcilla y estiércol que era untado con miel o clara de huevo para lograr una mejor adherencia del vidrio caliente, que posteriormente se hacía rodar sobre una superficie lisa. Este procedimiento se repetía varias veces hasta conseguir el espesor deseado. Era decorado superficialmente con hilos de vidrio a su alrededor, movidos de arriba abajo para crear diversos patrones. Una vez finalizado el proceso, se separaba la varilla y retiraba el centro de arcilla con un objeto puntiagudo.
El casting de vidrio se desarrolló sobre el 1.200 aC y consistía en prensar el vidrio sobre un molde con forma predeterminada hasta conseguir el objetivo. El molde se rompía para retirarlo una vez frío.
Los mosaicos egipcios se hacían fundiendo un grupo de varillas de diferentes colores que formaban un patrón multicolor visible al ser cortado en secciones transversales y estas podían utilizarse solas o formando un patrón más grande.
A partir de 1.200 aC la producción de vidrio comienza a decaer. Muchos centros vidrieros fueron devastados por las invasiones de los filisteos a Asia Menor y los llamados “hombres del mar” a la región del Mediterráneo.
Los esclavos vidrieros huyeron hacia la zona del Canaán y Siria, llevando consigo años de nuevos conocimientos para que con en transcurrir del tiempo, un resurgimiento del vidrio ocurriese y como bien menciona Anita Engle: “Todos los comienzos del vidrio conducen a Fenicia”’
Pero esa es otra historia por venir.
El Capítulo 1: https://objetosconvidrio.com/origen-del-vidrio/
En este link encontrarán otro artículo interesante sobre el Vidrio en el Antiguo Egipto: https://es.knowablemagazine.org/article/society/2022/antiguos-origenes-del-vidrio