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ArtistasEntrevistas

Valérie Rey. Lo sublime de la naturaleza

By 16 octubre, 2019febrero 25th, 2021No Comments
Retrato de la artista Valerie Rey

La artista francesa reside en Costa Rica, donde combina pequeñas cuentas de vidrio con ramas y troncos, creando fabulosas esculturas con las que recorre el mundo: Nueva York, París, Mónaco, Venecia, Tokio y Londres. Su próximo destino: SOFA Chicago.

Valérie Rey (Francia, 54) se formó en Arte Gráfico y trabajó como diseñadora de telas y como decoradora.  En 1999 dejó su ciudad, París, para vivir en Tamarindo, Costa Rica, en busca de una vida más cerca de la naturaleza junto a su familia. “Tamarindo es un pueblo del Mar Pacífico, tiene una vida social interesante porque hay personas de distintas partes del mundo. Está rodeada de mar, hay dos esteros, y está el campo. ¡Es muy bonito vivir aquí!” cuenta entusiasmada, confirmando que este lugar es su máxima fuente de inspiración y de recolección de materia prima para sus obras.

Escultura de madera y vidrio de la artista Valerie Rey

¿Cómo llegaste al vidrio?

Siempre me llamó la atención y, en un momento, hacer vidrio soplado fue un sueño para mí. En 2008 compré todo el equipo para trabajar el vidrio con soplete, y con ayuda de Youtube pero sin conocimiento previo, pensé: “me la juego”. No fue una gran idea porque cuando conecté todo, casi explota el taller, pero dar ese primer paso fue suficiente para apasionarme con el vidrio. Más tarde puede capacitarme y  me formé con Gerald Collarde, en Canadá,  y con los maestros Rhenald Lecomte y Eddie Légus, en Francia. 

 

¿Qué te atrae del vidrio?

Me encanta jugar con el fuego y con la dualidad del material; con el rojo vivo cuando está caliente, y con la claridad que obtiene cuando se enfría. No me canso, puedo terminar una forma y ponerme a hacer otra; crear con vidrio es adictivo.

Valerie Rey Escultura de madera y cuentas de vidrio
Valerie Rey Escultura de madera y cuentas de vidrio
Valerie Rey Escultura de madera y oro

Valérie se inspira en la naturaleza para combinar trozos de madera, cuentas de vidrio y hongos para dar vida a esculturas increíbles. 

 

¿Cuál es tu método de trabajo y qué otros materiales utilizas?
Trabajo con el vidrio durante 8 horas al día, creando formas y esto es, una por una… Podría ser fastidioso para otra persona, pero para mí es una forma de encontrar paz; trabajar con vidrio no se puede hacer con apuro, podría resultar peligroso. Trabajo también con bases de madera que me provee  la naturaleza y solamente las limpio, les doy un tratamiento especial de conservación y les pongo hojas de oro 24K, para lo cual también necesito calma y paciencia.

¿Qué te inspira?
La naturaleza, en primer lugar, y la vida… es muy interesante ver cómo los organismos vivos encuentran siempre un camino para sobrevivir y reproducirse. 

¿Qué hacés en tu tiempo libre?
Busco piezas de arte en la naturaleza (en Costa Rica hay una riqueza enorme de materiales) tanto en el mar, en los esteros, como en los bosques. También me gusta visitar las grandes ciudades del mundo.

¿Por qué te dedicas a esto y no a otra cosa?
No hubo ninguna previsión. Afortunadamente, un día me vi trabajando en esto y no quiero, ni puedo cambiar. Voy feliz a mi taller cada mañana, y me llena de alegría hacer mi arte, lo disfruto mucho. Me aporta salud intelectual.

¿Cómo te sentís en el mundo del vidrio?
Me gusta estar en contacto con otras personas que comparten mi pasión. Ellos tienen en sus ojos la misma llama que yo.

¿Qué te dio el arte y qué pudiste aprender en el camino?
Dedicarme al arte fue para mí un “salva vida” y creo que a la vida hay que vivirla, y vivirla bien. Nuestro tiempo es limitado, no hay otra prueba; cada uno debería poder vivir 100% como quiere.

«La naturaleza me inspira mucho, me gusta ir a buscar maderas que a nadie le importan. Siempre busco la idea de darle una nueva vida a esas piezas para que la gente se dé cuenta de lo importante que es la vida.»