Juliette Leperlier, una talentosa artista francesa, no se adentró en el mundo del vidrio por casualidad. Su conexión con este material tiene una fuerte raíz familiar y un legado de tradición. Su bisabuelo, François Décorchemont, fue pionero en el desarrollo de la técnica de fundición a la cera perdida en vidrio. Esta pasión por el vidrio se transmitió a su padre, Etienne Leperlier, y a su tío, Antoine, quienes continuaron investigando y experimentando con este fascinante material en el medio de su arte.
A pesar de tener todas las herramientas y conocimientos a su alcance, Juliette Leperlier decidió que no sería el material el que la eligiera, sino que sería ella quien decidiera dominarlo. Para ello, estudió artes aplicadas en escultura en ENSAAMA (Olivier de Serres en París) y luego obtuvo una Maestría en Artes Plásticas en la Sorbona. Durante este tiempo, tuvo la oportunidad de explorar otras técnicas y materiales, alejándose de la herencia familiar y llevando su proceso creativo en una nueva dirección.
Al concluir sus estudios, en lugar de “regresar” a la pasta de vidrio, Juliette decidió embarcarse en una nueva exploración del material, desafiando los límites de la creación. En 2014, asumió el taller de su padre y se dedicó completamente a su propia creación artística. Su talento y originalidad la llevaron a convertirse en la ganadora del premio regional de los Ateliers d’Art de France.
La obra de Juliette Leperlier se basa en una investigación plástica que se desarrolla a través de tres ejes principales. El primero es la “fotoescultura”, un proceso en el que crea esculturas de vidrio con el propósito específico de fotografiarlas. Esta técnica cuestiona la materialidad del vidrio, su relación con la luz y el espacio que lo rodea.
El segundo eje es la “fotoescultura por contacto”, en la cual utiliza esculturas de pasta de vidrio para producir fotogramas. Esta técnica analógica de fotografía consiste en colocar el objeto directamente sobre el papel fotosensible, de manera que la luz imprime la huella del material en la imagen.
El tercer eje de su investigación plástica son las “fotoproyecciones”. En este caso, Juliette instala imágenes fotográficas en el espacio, utilizando la escultura como soporte de proyección. Esto permite dar relieve a la imagen proyectada, creando una interacción única entre la escultura y la fotografía.
Juliette Leperlier es una artista en vidrio excepcional que ha logrado llevar la tradición familiar a nuevas alturas artísticas. Su enfoque innovador y su habilidad para explorar las posibilidades creativas del vidrio son verdaderamente inspiradoras. Su trabajo continúa dejando una huella significativa en el mundo del arte contemporáneo.
“Mis esculturas se dedican a representar este flujo de materia inestable, estas fuerzas en movimiento, detenidas en el tiempo y el espacio, como una ola detenida en su curso por el gel, o un instante fijado por una imagen fotográfica. Me gusta dar la ilusión de este tiempo suspendido, entre lo que ha sido (la forma en desarrollo) y lo que se convertirá (la continuación imaginaria del despliegue de la materia). Cercanas a la abstracción, interpelan así al inconsciente y a la imaginación del espectador, libre de recibirlas y proyectar en ellas lo que desee.” Juliette Leperlier
Web: http://juliette-leperlier.fr/
Instagram: @julietteleperlier