Gonzalo Agustín Álvarez es un artista formado en las artes del vidrio en la carrera de Técnico Superior en Diseño, Realización y Restauración de Vitrales, carrera que se dictaba en la Catedral de la Plata, como parte del Instituto Superior Catedral.
Egresó en el año 2009 y desde aquel momento trabaja en su taller “El Erial Vitraux” en la Ciudad de La Plata, con la técnica de vitral clásico emplomado y con cinta de cobre (Tiffany), pintados al fuego con grisalla y pigmentos.
Previo a su formación como vitralista realizó estudios de fotografía durante 3 años en distintas escuelas de la Ciudad de La Plata.
Gonzalo Alvarez: “A fines de los años 90, luego de haber terminado las cursadas de Ingeniería Forestal (la carrera universitaria por la cual me vine desde Bolívar a estudiar a La Plata), emprendo un viaje por tierra hasta México, recorriendo el altiplano sudamericano y luego Centroamérica, en dicho viaje terminan de consolidarse una atracción por el mundo de la imagen que se había insinuado en los viajes de la época universitaria. Tener frente a mí los paisajes del altiplano, selvas, playas, sus culturas y rituales, los templos y sus esculturas y vitrales, los museos, las ruinas, en fin, un viaje que funcionó como iniciático en varios sentidos y que me modificó fuertemente, al regresar de él me dedico a estudiar fotografía y empiezo a mirar de reojo la carrera de vitral que se dictaba en el taller de la Catedral. Luego de dudarlo algunos años me anoto en dicha carrera y le dedico cada vez más tiempo motivado por un taller de gran belleza, con líneas que nos transportan al Gótico, en un ámbito único, el subsuelo de la Catedral y por los excelentes maestros que tuve el placer de conocer.
También realicé algunos cursos con otros maestros, de Sagging en el taller Carlos Herzberg, con Karina del Savio hice casting, participé de un curso dictado por Joseph Cavalieri en el taller de Claudia Golzman. Y Siempre que puedo vuelvo a afirmar mi técnica de pintura con grisalla, claroscuros y veladuras, con mi amigo y gran maestro Alejandro Badillos quien continúa dictando cursos en la Catedral.
Me atraen sobre todo aquellos trabajos donde tengo total libertad para diseñar y aplicar las técnicas clásicas y otras nuevas que lentamente experimento como por ejemplo la impresión de texturas de telas (como la arpillera) sobre vidrios de color o incoloros con grisallas y pigmentos al agua o al aceite.
En el diseño aparece casi siempre la contemplación del mundo natural, urbano o rural, luego puede fluir por caminos más figurativos o más abstractos, pero es la naturaleza la que opera profundamente en lo espiritual y sensible y en la cual busco una especie de redención y cercanía.
Disfruto mucho el trabajo en soledad en el taller, el silencio en las horas nocturnas donde aprovecho para trabajar con la técnica de grisalla, el sol en las primeras horas del día que golpea en los vidrios de color.”