Joaquín Torres Esteban, nacido en Santa María la Real de Nieva, Segovia, en 1919, se erige como una figura fundamental en la introducción del vidrio en el panorama artístico español. Su contribución a esta nueva disciplina artística ha dejado un legado significativo, siendo el Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón (MAVA) el principal custodio de su obra en España.
La trayectoria de Torres Esteban se forjó inicialmente en el dibujo lineal y geométrico. Su creatividad desbordante lo llevó al mundo del escaparatismo, donde desempeñó roles destacados en la dirección de áreas de Decoración y Publicidad en El Corte Inglés durante tres décadas, a partir de 1946. Sin embargo, su verdadera dedicación al arte del vidrio se consolidó en 1974, cuando, a los 55 años, decidió abandonar El Corte Inglés para dedicarse por completo a su obra, demostrando una pasión que recordaba la de un joven artista.
El punto de inflexión clave ocurrió en 1967, cuando obtuvo la Segunda medalla de oro en la I Bienal Internacional del Escaparate en París. Aunque su conexión con el vidrio se fundamentaba en su fascinación por este material, carecía de conocimientos técnicos sólidos. Fue su práctica constante y su encuentro en 1975 con Pedro García, un joven con experiencia en la cristalería familiar, lo que abrió nuevos caminos para Torres Esteban.
La exposición de Torres Esteban revela el desafío técnico que enfrentó. En una época donde las herramientas para trabajar el vidrio en obras de arte contemporáneo no estaban plenamente desarrolladas, sus piezas a menudo muestran restos de pegamento y acabados no tan pulidos como los estándares actuales. La conservación y restauración de estas obras han representado un verdadero reto para el equipo del MAVA.
La producción prolífica de Torres Esteban abarca esculturas de pequeño formato, trofeos, obras urbanas, esculturas de gran formato para interiores o exteriores, cuadros y elementos de mobiliario. Su emprendimiento lo llevó a participar en exposiciones internacionales, convocar encuentros con artistas internacionales del vidrio, proyectar el primer museo de vidrio en España y fundar asociaciones artísticas.
Como el primer escultor español en unirse al Studio Glass Movement, iniciado por Harvey Littleton en 1962, Torres Esteban estableció conexiones internacionales. Su obra, caracterizada por el uso de láminas de vidrio industrial verde aguamarina, destaca por la complejidad geométrica, compensando la falta de expresividad del vidrio industrial con roturas y craquelados que atrapan la luz, un efecto que él llamó «arte crack».
En su exploración escultórica, Torres Esteban abordó temas como el volumen, la luz, el cubo, la esfera y la abstracción geométrica. Su legado perdura como un testimonio del impulso inquebrantable de un artista que, a pesar de su muerte en 1988 a los 69 años, dejó una marca imborrable en la historia del arte español, especialmente en la incorporación del vidrio como medio artístico.
