Jennifer Caldwell, también conocida como Umphress, ha pasado la mayor parte de su vida cerca de la costa de California y Hawái. Es una artista de tiempo completo que comenzó su carrera en el año 2000 como aprendiz en un pequeño estudio. Desde entonces ha estudiado vidrio en un aprendizaje con Cesare Toffolo en Murano, Italia, con Silvia Levenson en una residencia en Pilchuck Glass School, con Janis Miltenberger, Robert Mickelsen y con Jason Chakravarty.
El enfoque técnico principal de Caldwell es esculpir vidrio de borosilicato sólido con una antorcha. Respondiendo a la fluidez del material, ha dominado la captura del movimiento y la gracia de las formas de vida marina. El uso de imágenes reconocibles permite al espectador relacionarse y perderse aunque sea un momento en el mar. Narrativamente su obra es una forma de terapia que responde al día a día de ser madre, viajar y conocer nuevas personas y lugares. Su estudio está ubicado en Kingston, Washington.
Caldwell ha impartido talleres en todo el mundo, incluidos Japón, Ámsterdam y el Reino Unido. También ha enseñado en el Museo del Vidrio de Corning, la Escuela de Artesanía de Penland, la Escuela de Vidrio de Pilchuck y el Centro de Vidrio de Pittsburgh. Anteriormente recibió el premio Glasscraft Emerging Artist Award y el premio NICHE de Rosen Group en la categoría de vidrio trabajado con lámparas.
Sobre el mensaje en su obra la artista dice:
“El vidrio es, a la vez, frágil y fuerte, hermoso y peligroso, lleno de movimiento y estático. Estas paradojas se prestan a hablar de ideas contrapuestas que inevitablemente se acompañan en la mente y a lo largo de las experiencias de la vida.
El humor, la extravagancia y la imaginación son un aspecto catártico de mi práctica de estudio que me permite abordar emociones más serias desde un lugar de diversión. En mi trabajo, observo objetos del mundo que me rodea y transmito ideas al identificar aspectos de estos objetos que me atraen. El color, la forma o el significado histórico se convierten en punto de partida y foco, mientras que los aspectos que hacen que estos objetos vivan o funcionen en la realidad, se vuelven secundarios o completamente negados durante el proceso creativo. De esta manera, los objetos de mi experiencia se vuelven hermosos, pero no funcionales, o se combinan de una manera para ver las paradojas a través de las cuales veo el mundo.
Trabajar con el movimiento constante asociado con el vidrio caliente me obliga a interactuar intuitivamente con el material creando una colaboración constante entre el material y yo. Esta es una conexión que ocurre entre mi conciencia y subconsciencia, mi mente y manos, el movimiento del material y mis propias emociones, dando como resultado un objeto físico que transmite mi esencia.”
Instagram: @jenniferecaldwell