En las obras de Marta Gibiete, el vidrio deja de ser un simple material y se convierte en materia viva. Esta artista letona, ha desarrollado un lenguaje propio donde la técnica, la intuición y la poesía se entrelazan. Sus esculturas geométricas evocan presencias, seres que parecen observarnos en silencio, como si guardaran secretos o emociones que aún no podemos descifrar.
Desde muy temprano en su formación en la Academia de las Artes de Letonia, Marta descubrió una técnica inusual que le permitió moldear el vidrio escapando de las limitaciones convencionales del material. Esa innovación técnica le valió premios internacionales y la posicionó rápidamente en la escena del arte contemporáneo en vidrio. Desde entonces, ha participado en exposiciones, simposios y conferencias en Europa, Asia y otras partes del mundo, y sus obras forman parte de importantes colecciones museísticas en Japón, Polonia y distintos países de Europa.
Pero el verdadero poder de su trabajo reside en el equilibrio entre lo técnico y lo sensible. Marta es una escultora de lo intangible: sus piezas tocan temas como la soledad, el paso del tiempo, la esperanza y la melancolía, mientras exploran la relación entre forma, reflejo y entorno. En varias de sus instalaciones utiliza espejos y aprovecha las propiedades cambiantes del vidrio para activar el espacio, crear juegos visuales o incluso perturbar la percepción.
Como artista, Marta es una investigadora del hacer. Le interesa el proceso tanto como el resultado: cada obra es una hipótesis formal, una variación de una idea, una búsqueda abierta. Sus colecciones de objetos de vidrio no responden a una única narrativa, sino que se conforman como constelaciones donde cada pieza plantea una pregunta distinta, tanto técnica como poética.
En palabras de la propia artista, su trabajo trata sobre “la ciclicidad, los ritmos de la naturaleza y de nuestras vidas, sobre esperanzas, desesperanza, expectativas, soledad y, un poco, sobre tristeza”. Ese “poco” de tristeza tal vez sea lo que dota a sus criaturas de un alma. Como una diosa en miniatura —y con un toque de picardía— Marta les da cuerpo, les sopla vida, y las deja allí, flotando entre nosotros, para que nos interpelemos: ¿qué es la conciencia?, ¿qué define a un ser?, ¿cuánto de nosotros hay en estos reflejos?
Web: www.martagibiete.com
