La artista Marisa Domínguez realizó una serie de preguntas a importantes artistas del vidrio. Las entrevistadas fueron: Andrea Da Ponte, Miriam Di Fiore, Karina Del Savio, Claudia Golzman, Paula Lekerman, Silvia Levenson, Rita Neuman, Antonella Perrone y Javiera Yañez Correa.
A continuación el segundo capítulo de la investigación realizada por la artista Marisa Domínguez.
La investigación se compone de una serie de preguntas a grandes artistas del vidrio.
Las entrevistadas son: Andrea Da Ponte, Miriam Di Fiore, Karina Del Savio, Claudia Golzman, Paula Lekerman, Silvia Levenson, Rita Neuman, Antonella Perrone, Javiera Yañez Correa.
2- Cuál fue tu formación?
Andrea Da Ponte – Después de la práctica de la vidriería, asistí a un taller barrial en Bernal con Silvia González profesora del UNA de Artes del Fuego. Me enseñó cómo hacer esmaltes, al año, compré el horno y supe que quería empezar a estudiar más al respecto. Dejé de trabajar en la vidriería y me anoté en la Escuela del Vidrio, en Berazategui. Comencé el primer año cursando los talleres de Escultura y Vitrofusión, al siguiente me inscribí en la Tecnicatura en Vidrio Artístico. Al culminar segundo año las directivas me piden que me quede como docente en la escuela. Algo vieron… Soy docente, es mi vocación. No vengo de una formación artística. Desde el primer año de la carrera me fascino la línea definida en la masa vítrea, siempre estuve conectada a las redes, veía obras de artistas del exterior donde las imágenes flotaban dentro del vidrio y me dije esto tengo que lograrlo, fue mi objetivo.
En la carrera no teníamos serigrafía como materia, era Diciembre y yo empezaba las clases en Marzo como docente, fui a tomar un curso a Vázquez de Berazategui que hacen vasos con publicidades, calcos con oro, etc., fabricantes de las mejores máquinas de serigrafía del país. Armamos el taller de serigrafía de la mano de Victorio Bruni un vecino referente y colaborador de la escuela. A través de esta técnica obtuve color y definición en la línea, eso que tanto me interesaba para mi primer trabajo, “Recalculando”, casting por vidrio laminado en float, el mapa de rutas aeroportuarias turquesa. Obtuvo un premio en el Salón Nacional del Vidrio de Berazategui, al que me presentó después del primer año que fui docente, porque me parecía que siendo alumna, era una falta de respeto a los que participaban con tanta trayectoria. A partir de allí fue un camino intenso, tratar de unir lo que era la definición de imagen a través de la transferencia sepia con el color de la serigrafía, paralelamente Silvia Levenson estaba dando seminarios internacionales en la Escuela y me becaron para asistirle en su curso de transferencia de imagen. Ella venía de Italia, donde trabaja con materiales que aquí no se consiguen fácilmente, usamos los esmaltes nacionales con los que yo trabajaba en el taller de serigrafía (en la escuela utilizas tus propias fórmulas y de hecho dictaba tecnología de los materiales de primer año de la carrera). El seminario fue divino, las cosas quedaron muy bien y mi felicidad de haber colaborado en ese mínimo detalle fue inmensa. Al otro año ella vuelve a dictar seminario internacional, me becan nuevamente en la escuela y es allí donde me da un espacio dentro de su seminario para que comparta en lo que estaba trabajando, eso habla a las claras de lo que es Silvia, una gran maestra y persona. Al año siguiente recibo de Silvia una invitación para cursar un seminario de escultura en Italia, en su taller, al comentarle que estoy interesada en realizarlo me propone ir como su asistente de la muestra “Identidad Desaparecida” a Letonia, al Gueto de Riga. Experiencia que me cambia la vida. Terminada la primera noche del seminario en Italia, Silvia ve la pieza que había presentado en el Salón Nacional del Vidrio de Berazategui, “Globalizado” y me dice…. esa obra la tenés que presentar para New Glass Now de Corning Museum of Glass N.Y. EE.UU
Globalizado, Andrea da Ponte
Y así fue, en el 2015 la seleccionaron. A los dos años, se cumplían 40 años del Museo, y la portada de uno de los mail para la convocatoria fue “Globalizado”, listo es por acá.! Volvieron a seleccionarla, esta vez para la muestra presencial del 2019, como única representante de Sudamérica, ahora pertenece al acervo de Corning.
Miriam Di Fiore – Ceramista de formación, muy hábil en la composición química de esmaltes, me fue muy natural entender las bases de la vitrofusión, pero no entendía nada de la complejidad de su calentamiento y de la particularidad de su enfriamiento si se desea tener un producto de alta calidad. Eran tiempos sin información disponible, eramos pocos y nos contentábamos de cualquier cosa, todo nos parecía hermoso. Trabajé como autodidacta por mucho tiempo hasta que pude ir a un curso con Linda Ethier y aprendí los fundamentos de la Pate de Verre. Con Rudy Gritsch finalmente comprendí cómo funciona el alma del vidrio. Durante mi carrera, un maestro fundamental fue Narciso Quagliata. Y la lista de colegas y maestros a los cuales tuve la fortuna de ver trabajar son muchos y de cada uno aprendí y sigo aprendiendo mucho de mis alumnos, de mis amigos y fundamentalmente, aprendo de obras que observó en los museos, en las galerías, en internet. El vidrio es un gran maestro, hay que saber escuchar y comprender su lenguaje.
Narciso Quagliata
Karina Del Savio– Fue en la Escuela de Vidrio de Berazategui, en la Cristalería El Progreso y en talleres con artistas como Silvia Levenson, Miriam Di Fiore y Santiago Sanz Llorente.
Claudia Golzman– Cuando llegué al vidrio ya tenía una formación plástica. Estudié en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y talleres de la Escuela del Vidrio de Berazategui. Me forme como escultora con Aurelio Macchi y Antonio Pujia y como artista del vidrio con Silvia Levenson y Miriam Di Fiore. Con Paula Lekerman investigamos y trabajamos mucho juntas. Eso nos fue formando.
Paula Lekerman– En un principio bastante autodidacta, hice un taller de una semana con Rita Neuman y luego en el 2008 con Silvia Levenson, Sol Abadi y Guillermo Patiño, más tarde con Miriam Di Fiore y Anne Petters. También trabajamos en conjunto con Claudia Golzman y fuimos construyendo entre las dos un “modo ”de trabajar.
Silvia Levenson– No tengo una educación formal en arte, ni en vidrio. Cuando volví de ese viaje a Nueva York no encontré a nadie que me pudiese ayudar en Italia, porque simplemente nadie hacía escultura en vidrio, con la excepción de Murano, donde se soplaba el vidrio. Así que fui a Zurich donde tomé un curso de vitrofusión muy básico de tres días (durante el cual me corté un dedo, por mi incapacidad total para cortar el vidrio). En 1990 y en 1991 fui a la Escuela de vidrio de Sars Poteries en Francia donde tomé dos cursos de escultura en vidrio con Vincent Van Ginneke y Antoine Leperlier… Y aquí estoy.
Karina Del Savio– Fue en la Escuela de Vidrio de Berazategui, en la Cristalería El Progreso y en talleres con artistas con Silvia Levenson, Miriam Di Fiore y Santiago Sanz Llorente.
Claudia Golzman– Cuando llegué al vidrio ya tenía una formación plástica. Estudié en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y talleres de la Escuela del Vidrio de Berazategui. Me forme como escultora con Aurelio Macchi y Antonio Pujia y como artista del vidrio con Silvia Levenson y Miriam Di Fiore. Con Paula Lekerman investigamos y trabajamos mucho juntas. Eso nos fue formando.
Paula Lekerman– En un principio bastante autodidacta, hice un taller de una semana con Rita Neuman y luego en el 2008 con Silvia Levenson, Sol Abadi y Guillermo Patiño, más tarde con Miriam Di Fiore y Anne Petters. También trabajamos en conjunto con Claudia Golzman y fuimos construyendo entre las dos un “modo ”de trabajar.
Silvia Levenson– No tengo una educación formal en arte, ni en vidrio. Cuando volví de ese viaje a Nueva York no encontré a nadie que me pudiese ayudar en Italia, porque simplemente nadie hacía escultura en vidrio, con la excepción de Murano, donde se soplaba el vidrio. Así que fui a Zurich donde tomé un curso de vitrofusión muy básico de tres días (durante el cual me corté un dedo, por mi incapacidad total para cortar el vidrio). En 1990 y en 1991 fui a la Escuela de vidrio de Sars Poteries en Francia donde tomé dos cursos de escultura en vidrio con Vincent Van Ginneke y Antoine Leperlier… Y aquí estoy.
Karina Del Savio– Fue en la Escuela de Vidrio de Berazategui, en la Cristalería El Progreso y en talleres con artistas con Silvia Levenson, Miriam Di Fiore y Santiago Sanz Llorente.
Claudia Golzman– Cuando llegué al vidrio ya tenía una formación plástica. Estudié en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y talleres de la Escuela del Vidrio de Berazategui. Me forme como escultora con Aurelio Macchi y Antonio Pujia y como artista del vidrio con Silvia Levenson y Miriam Di Fiore. Con Paula Lekerman investigamos y trabajamos mucho juntas. Eso nos fue formando.
Paula Lekerman– En un principio bastante autodidacta, hice un taller de una semana con Rita Neuman y luego en el 2008 con Silvia Levenson, Sol Abadi y Guillermo Patiño, más tarde con Miriam Di Fiore y Anne Petters. También trabajamos en conjunto con Claudia Golzman y fuimos construyendo entre las dos un “modo ”de trabajar.
Silvia Levenson– No tengo una educación formal en arte, ni en vidrio. Cuando volví de ese viaje a Nueva York no encontré a nadie que me pudiese ayudar en Italia, porque simplemente nadie hacía escultura en vidrio, con la excepción de Murano, donde se soplaba el vidrio. Así que fui a Zurich donde tomé un curso de vitrofusión muy básico de tres días (durante el cual me corté un dedo, por mi incapacidad total para cortar el vidrio). En 1990 y en 1991 fui a la Escuela de vidrio de Sars Poteries en Francia donde tomé dos cursos de escultura en vidrio con Vincent Van Ginneke y Antoine Leperlier… Y aquí estoy.
Antoine Leperlier
Rita Neuman– Estudié en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y luego en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, así como en los talleres de Rubén Daltoe y Noé Nojechowicz en pintura. Y en vidrio concurrí al taller de Mabel Waisman, Seminarios con Richard Parrish, Miriam Di Fiore, Silvia Levenson entre otros.
Antonella Perrone– Yo empecé ese taller que lo daba Claudia Dalia, que ahora se dedica un poco a otra cosa, se fue a vivir a la montaña. A mi me encanto y conecte superbien, yo tenía diecisiete años, ella me re guió en un montón de cosas, y me sirvió un montón porque algo que yo elegí por elegir algo y como que con ella encontré algo que me gustaba y me interesaba para trabajar y profundizar. Después, al año siguiente empecé el IUNA, aún se llamaba así, hacia la orientación artes del fuego y habré cursado un año y medio, y un poco me frustró porque hubo una muestra de lo que hacían en vidrio en el taller, y como que yo ya hacía muchas cosas más, porque hacía dos años que hacía taller, entonces encontré que estaba la Escuela del vidrio de Berazategui y vine acá a Berazategui, hice los dos años de la tecnicatura y de ahí, tomé un curso que nos daban cuando venían de afuera a dar seminarios, nos dejaban la posibilidad y empecé a trabajar en la Escuela y a los profes nos daban la posibilidad de hacer un curso con Silvia Levenson que me comentó que había una escuela en Italia que se llamaba Vetroricerca, Glass and Modern que era becada, así que me anoté en esa escuela me fui para allá e hice los dos años de formación en esa escuela de Glass and Modem. En Bolzano en Italia, que eso estuvo muy muy bueno y después cuando volví seguía un poco con el IUNA me pase al profesorado y a orientación de escultura y lo dejé porque tuve mi primer hijo, y un poco como que traté de retomar pero cuando tuve mi segundo hijo se me hizo totalmente insostenible así que lo deje ahí para otro momento de mi vida, cuando mis hijos estén más grandes y yo pueda encarar eso que me gustaría encarar ,sobre todo la parte de docencia ya que gran parte de mi trabajo implica enseñar y me gustaría. Y después bueno hice cursos por ahí más específicos. Creo que lo más importante es eso sobre todo lo vinculado a lo que es el vidrio y la formación artística.
Javiera Yañez Correa– Mi formación comienza de un modo más autodidacta y después de trabajar mucho tiempo sola, que si bien es arduo y pesado enriquece mucho el error permanente, después tomé clases con maestros grandes que traje yo para que dieran cursos aquí en Buenos Aires, un poco con la excusa de aprender, Ferran Collado, artista catalán en las artes del vidrio a la flama, que es mi técnica, la técnica del lampwork, el vidrio tiene una cosa muy interesante que es que tiene formas distintas de ser arribado, la técnica mía es una técnica que estas directamente en contacto con el fuego con el soplete y podés ver la transformación, entonces no hay muchos maestros que giren por el mundo para poder enseñar. Ferran Collado fue un gran maestro y después colegas chilenos que están mucho más avanzados en la técnica del lampwork entre ellos Felipe Prince, se llama Julio Rene Glass es sus nombre artístico y Sebastian Misterix y después bueno mirar mucho, y tener algún tipo de acercamiento. La otra técnica que tiene el vidrio fundido es el vidrio soplado, que no es mi fuerte pero igual se aprende mucho, eso en la fábrica El Progreso de la mano de la gente que trabaja allá.